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09/04/2015 14:17

Legados culturales y de movilidad serán marcas de 2016, indican especialistas

Libro Pensando Río para el pos 2016 debate desafíos y beneficios para la población con la realización de los Juegos

“Existen dos tipos de Juegos: los que sirven a la ciudad y los que se sirven de la ciudad”, decía Pasqual Maragall, alcalde de Barcelona en la época de los Juegos Olímpicos de 1992, en España. Tomando la capital catalana como referencia, la organización de los Juegos de 2016 desea que Río de Janeiro se encuadre en la primera de las opciones. De esa manera, en la capital carioca y en varias regiones del país están en curso diversos proyectos, pautados en la consolidación de un legado anticipado del evento.

Con el objetivo de analizar los beneficios potenciales brindados al país por la realización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, se lanzó el libro "Depois dos Jogos: pensando o Rio para o pós 2016" (Después de los Juegos, pensando a Río para el pos 2016). La obra reúne artículos organizados por el economista Fábio Giambiagi. Uno de ellos trata específicamente sobre el legado olímpico, firmado por los autores Jean Caris, subsecretario de Planificación y Modernización de la Gestión, del Gabinete de Río de Janeiro, Joaquim Monteiro, presidente de la Empresa Olímpica Municipal (EOM), y Rodrigo Rosa, asesor especial de la Alcaldía de Río de Janeiro.

En entrevista al brasil2016.gov.br, Joaquim Monteiro y Rodrigo Rosa resaltaron las diferentes áreas en las cuales ya es posible ver el legado del evento multideportivo. Un trecho del artículo afirma que “El ‘espíritu olímpico’ puede ser un catalizador de cambios profundos y de superación de desafíos estructurales”.

“Gran parte de los cariocas no necesariamente vincula esas transformaciones al impulso dado por los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Por ello, es importante diseminar al máximo los beneficios proporcionados en las áreas de transporte, infraestructura urbana, desarrollo social y medio ambiente”, afirma el presidente de la EOM, destacando que algunas obras fueron concluidas años antes de la competición, como el BRT (Metrobus) Transoeste, la reforma del Sambódromo y las inauguraciones del Centro de Operaciones Río (COR) y del Centro de Tratamiento de Residuos de Seropédica.

Joaquim Monteiro resalta la importancia de las transformaciones relacionadas al transporte urbano. “Si consideramos el profundo cambio que se está implementando en el área de movilidad urbana, creo que ese será el mayor legado de los Juegos”, afirma, elogiando la implantación de los corredores de BRT y del Vehículo Liviano sobre Rieles (VLT).

Para Rodrigo Rosa, el sector está avanzando incluso más allá de lo esperado. “Aunque sea un legado olímpico, el mismo no se está produciendo a las vísperas del evento, sino que se está construyendo y entregando a la población durante el transcursos de esos siete años desde la victoria de la candidatura”, pondera.

Repercusión cultural y social

Mientras tanto, para el representante da alcaldía, el mayor legado es el de la transformación cultural, sobre todo en la población carioca. “Lo más importante es el legado intangible, el cambio de cultura y de percepción. Eso constituye la esencia de la transformación de Barcelona y que, a nuestro entender y a pesar de las dificultades, está también produciéndose en Río con las Olimpíadas”, resalta. “Es una experiencia que no acaba luego de la ceremonia de clausura de los Juegos, sino que va a tener desdoblamientos mucho más allá de 2016. Es lo que proporciona lastro y sustentación a los cambios a largo plazo”, afirma.

El presidente de la EOM confía en el papel educativo de los Juegos de 2016. “Ciertos malos hábitos, como dejar caer basura al piso, necesitan todavía ser corregidos. Avanzar en esos temas es un trabajo a largo plazo, y creo que los Juegos son una oportunidad óptima a nuestro alcance en el sentido de educar a la población y evolucionar cultural y socialmente”.

La preservación ambiental y el desarrollo sustentable, con combate a los cambios climáticos en las grandes metrópolis, constituyen la pauta central de la red global de ciudades C40, actualmente presidida por el alcalde de Río, Eduardo Paes. “Las transformaciones de Río de Janeiro son vistas por el mundo en términos de cambio urbano. Existen componentes muy fuertes de sustentabilidad, como en la movilidad, en el residuo, en la arquitectura nómade, en el aprovechamiento máximo de las estructuras, en la reducción del impacto ambiental”, explica Rosa. “Queremos aprovechar esa visibilidad para mostrar cómo se está transformando la ciudad. Sin duda alguna va a ser un momento bisagra, de cambio”, apunta.

Ana Cláudia Felizola – brasil2016.gov.br