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Legado de antidopaje

Meta: Brasil no quiere casos hasta el 2016

El gobierno federal tiene entre sus principales preocupaciones el control de dopaje en la práctica deportiva. Por ello, en 2007, Brasil fue uno de los primeros signatarios de la 33ª Convención General de la Unesco. A partir de allí, el país pasó a integrar el proceso de la política internacional en el control del dopaje y, al año siguiente, la legislación nacional internalizó el Código Mundial Antidopopaje dictado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA- o WADA, en inglés).

Una de las exigencias para que Brasil fuera sede de los Juegos Olímpicos y los Juegos Paralímpicos de 2016 fue la creación de una organización nacional antidopaje. Así, el 30 de noviembre de 2011, la presidenta Dilma Rousseff firmó el decreto nº 7.630, que creó la Autoridad Brasilera de Control de Dopaje (ABCD).

Integrada al Ministerio del Deporte, la ABCD es uno de los grandes legados para el país con la realización de los Juegos de 2016. La entidad es responsable por la implementación de una política nacional de prevención y de combate al doping – práctica antiética de atletas que hacen uso de sustancias y métodos prohibidos, dentro y fuera de las competiciones, para potenciar el desempeño.

Como miembro del Consejo Nacional del Deporte (CNE), la ABCD actúa en la elaboración y en la divulgación de las normas a ser adoptadas en relación a sustancias y métodos prohibidos para la práctica deportiva. Para ello, y por representar a Brasil ante el mundo como organización nacional de control de dopaje, la entidad sigue a pie juntillas las reglas establecidas por la AMA.

La ABCD es también responsable por el desarrollo y por la coordinación de programas dirigidos al control y a la prevención del dopaje en el deporte brasilero. También vela por el establecimiento de un padrón de procedimientos de control, siempre de acuerdo con las normas previstas en el Código Mundial Antidopaje.

La organización actúa también en otras esferas que constituyen la política nacional contra el dopaje, por medio de educación, información, prevención, inteligencia y acción. Así, trabaja con todas las entidades relacionadas al control de dopaje, como facultades y profesionales de medicina, educación, educación física, farmacia, órganos federales y organizaciones deportivas. El esfuerzo de la ABCD es para que la delegación brasilera llegue a los Juegos de 2016 sin ningún caso de dopaje.

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Compromiso olímpico

La ABCD figura entre los compromisos establecidos por Brasil durante la candidatura del país para sediar los Juegos Olímpicos y los Juegos Paraolímpicos de 2016, en Río de Janeiro. En la oportunidad, el dossier, entregado en 2009, previó aún ampliación y mejorías en el Laboratorio Brasilero de Control de Dopaje (LBCD), del Instituto de Química de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), creado en 2002 por la AMA.

En agosto de 2013 se anunció la revocación de la habilitación del LBCD por haber alcanzado el número límite de puntos atribuidos en los casos de no conformidad en test ciegos enviados por la AMA. Ese límite funciona en un sistema similar al de la acumulación de puntos para la pérdida de la habilitación o carnet de conductor.

No obstante, en una reunión realizada con la AMA en Montreal (Canadá), en septiembre del mismo año, se definió una vía rápida para que el nuevo LBCD recibiese la reacreditación hasta el segundo semestre de 2015, a tiempo -  por  lo tanto - de operar durante los Juegos Olímpicos y los Juegos Paralímpicos de 2016.

El proceso para obtener la nueva acreditación se cumplió con éxito. El LBCD fue reacreditado por la AMA el 13 de mayo de 2015. El anuncio se realizó durante reunión del Consejo de Fundadores de la entidad, en Montreal, Canadá, y contó con la presencia del ministro del Deporte, George Hilton, y del secretario nacional de la ABCD, Marco Aurelio Klein.

El laboratorio pasa a ser el 34º del mundo acreditado por la AMA y es el segundo en Suramérica (el otro está en Bogotá, Colombia). El edificio fue construido gracias a la inversión de 134 millones de Reales del gobierno federal. Fueron R$ 106 millones del Ministerio del Deporte y R$ 28 millones del Ministerio de Educación. Además de ello, el Ministerio del Deporte invirtió otros R$ 54 millones para la compra de equipamientos, materiales y para la operación del laboratorio.